domingo, 27 de noviembre de 2011

Polaridad mundial

A lo largo de la historia hemos atravesado diferentes escenarios mundiales que podemos definir, según la cantidad de "actores principales", en unipolar (R.U 1870), bipolar (USA-URSS) y multipolar ("Paz armada"). ¿En cual nos encontramos y que vendrá en el futuro?

El mundo cambio mucho desde 1989 en adelante. La caída del muro de Berlín como símbolo de la disolución de la URSS y por ende el fin de la Guerra Fría que había marcado la 2da mitad del siglo XX dieron lugar a la incógnita de hacia dónde se dirigiría este nuevo mundo, liderado por la potencia restante, Estados Unidos de Norteamérica.

Francis Fukuyama nos plantea en sus trabajos la teoría del fin de la historia. Esta contempla la posibilidad del fin de todo conflicto ideológico y así el fin de muchas guerras y conflictos internacionales. El mundo ahora se dirigiría hacia una aún mayor interdependencia donde la economía, el progreso tecnológico y el bienestar social marcarían la agenda de las Relaciones Internacionales.[1] Esto a principios de la década de ’90. Hoy en día, ya entrado largamente el siglo XXI, vemos que esto no es del todo así. La historia no termino y tenemos la tarea de analizar como seguirán jugando las potencias del mundo y como se configurara este nuevo panorama global.

David Wilkinson plantea la existencia de un sistema actual que comprende una unipolaridad sin hegemonía (Estados Unidos), que comenzó al caer la Unión Soviética, como mencionábamos, en 1989. Este hecho produjo el traspaso de un mundo bipolar al mencionado unipolarismo. [2]

¿Pero por que sin hegemonía?

Antes de responder esto, Wilkinson nos explica que la Unipolaridad es la capacidad preponderante de un Estado sin predominio de influencia (a diferencia de lo que ocurre en la Hegemonía) sobre los demás. Pero esto depende del punto de vista. EE.UU hoy en día si tiene influencia sobre otros estados (Tomemos por ejemplo su jardín trasero, América central). El tema mas bien pasa por el hecho que dicha influencia no funciona con otras potencias (Alemania, China, Rusia etc.). Por ende, EE.UU contaría con una hegemonía incompleta, o en términos de Wilkinson, no tendría hegemonía.

El autor norteamericano luego nos enumera una serie de características de la Unipolaridad:

· Surge y desaparece en la multipolaridad.

· Surge de las innovaciones organizativas, técnicas o ideológicas, revolucionarias o reformistas, que permiten en gran medida una mayor movilización de los recursos en capacidades político-militares.

Si continuamos en el tema de las nomenclaturas y características, Wilkinson también nos define una serie de puntos que identifican a un Estado hegemon:

· Investidura( Legitimidad del gobierno local a través del reconocimiento del hegemón), instalación( Si las elites locales adquieren cargos en las fuerzas del hegemón);

· Nombramiento y deposición ( Si los gobiernos locales son elegidos por el hegemón)

· Mantenimiento del orden ( Intervención del hegemon en guerras locales);

· Convocatoria ( Hegemón maneja las reuniones de los Estados);

· Comando( Hegemón monopoliza el comando de acciones colectivas de las Fuerzas Armadas de los Estados).

Luego, al momento de poner todas estas características en la balanza, vemos que el autor plantea tanto razones por la cual podríamos identificar a los Estados Unidos como hegemon y las contrapone con otras que denotarían lo contrario.

Por una parte EE.UU cuenta con ciertas guerras ganadas, una buena presencia militar, subsidios a Medio Oriente y la restauración del orden en el conflicto de los Balcanes. Mientras que por la contraparte, Wilkinson cita a Somalia y Colombia, la falta prevención de proliferación nuclear en India, Pakistán o Corea del Norte como ejemplos de la ausencia de un estatus de hegemon.

Para cerrar su trabajo, Wilkinson analiza las posibles salidas de este orden unipolar. Menciona las posibles salidas de la unipolaridad: hacia la hegemonía (EE.UU), la bipolaridad (Unión Europea o China, pero no los dos como estados polares adicionales), tripolaridad (UE y China como estados polares adicionales) y multipolaridad (capacidad de EE.UU. decae pero el sistema no quiebra).

Si nos movemos hacia otras teorías, como la del escenario multipolar, encontramos a autores como Richard Haas, que se plantea que hacer o como va a continuar el estatus de potencia mundial de Estados Unidos.[3]

Su conclusión es que mas allá de todo, la superioridad de EE. UU no va a durar. Así como el poder se va diluyendo alrededor del mundo, la posición de Norteamérica en relación a los demás inevitablemente se desgastará. Puede que no parezca así en el presente pero en una visión a largo plazo esto es casi seguro. Otras naciones están evolucionando, y los actores no estatales-que van desde Bin Laden hasta Amnesty Internacional o la corte penal internacional- están incrementando en número y poder.

El plantea que mientras tanto, el mundo se ha vuelto multipolar. La política exterior norteamericana no debería resistirlo sino definirlo. Así como la unipolaridad, la multipolaridad es una mera descripción. Un mundo multipolar efectivo debería ser aquel en el cual un determinado número de estados, cada uno siendo posesor de cierto poder significante, trabajen en común. Los objetivos norteamericanos deberían persuadir a otros centros de poder político, económico y militares a creer en que es de su interés personal el ayudar a los demás estados a entender como la sociedad internacional debería estar organizada y como debe operar.

Entonces, la meta apropiada para la política exterior norteamericana es fomentar una multipolaridad caracterizada por la cooperación antes que la competencia y el conflicto.

Haas concluye que en un mundo como este, la paz no estaría fundada en el balance de poder y en el miedo a que otra potencia escalase sino en un consenso mutuo, con propósitos globales de cooperación. Los líderes americanos deberían buscar el consenso para el siglo XXI.

Si tomamos finalmente un ejemplo de la tercera teoría, la apolaridad nos podemos topar otra vez con el antes citado Richard Haas.[4]

Su planteo en este caso es el de qué momento unipolar de los EE.UU ha llegado a su fin.

Dice que las relaciones internacionales en el siglo XXI están marcadas por la impolaridad donde el poder no se concentra sino que se irá desdibujando, y la influencia de los estados-nación disminuye a medida que la de los agentes no estatales aumenta.

Es así que el siglo XX comenzó claramente multipolar para pasar luego a ser bipolar en el periodo de la guerra fría luego de lo cual se transformó en unipolar - un sistema internacional dominado por el poder de los Estados Unidos. Pero hoy el poder es difuso.

En contraste con la multipolaridad, un sistema impolar se caracteriza por numerosos centros con poder significativo. Luego enumera estos nuevos centros de poder, China, la Unión Europea , India, Japón, Rusia y los Estados Unidos. Ellos contienen algo más de la mitad de la población del mundo y representan el 75% del PBI mundial y el 80% del gasto mundial de defensa.

Hay entonces muchos más centros de poder que en épocas anteriores, y un buen número de estos no son los estados-nación. Ademas de todo, los Estados están perdiendo soberanía desde arriba, de parte de organizaciones regionales y mundiales; desde abajo, por las milicias y guerrillas, grupos terroristas y de crímen organizado, y desde el lado, por una variedad de organizaciones no gubernamentales y empresas. El poder está ahora en manos de muchos y en muchos lugares.

Como cierre y conclusión de su teoría, Haas nos deja tres argumentos de por que el mundo se volvió apolar:

1) Dice que el desarrollo de los estados es acompañado por el de las empresas y las organizaciones no gubernamentales que con el tiempo se adueñaron progresivamente del poder.

2) La política norteamericana ha acelerado la aparición de centros de poder alternativos en el mundo y ha debilitado su propia posición en relación con ellos.

3) Finalmente, el mundo impolar no es simplemente una consecuencia de la subida de otros estados y organizaciones o de los fracasos y las locuras de la política de EE.UU.

Existen entonces tres diferentes teorías de cómo se desarrollara el escenario mundial (unipolarismo, multipolarismo y apolarismo), cada una de estas tiene a la vez subdivisiones y matices (Por ejemplo, el asunto de la hegemonía o no hegemonía en el caso de los unipolarismos). Todas tienen argumentos validos, pero es un análisis exhaustivo de los años venideros y el seguimiento del desarrollo de la política internacional lo que en última instancia nos indicara cual de las teorías mencionadas son acertadas y cuáles no.



[1] FUKUYAMA, Francis. “The End of History?” http://www.wesjones.com/eoh.htm 29.05.11

[2] WILKINSON, David “Unipolarity without hegemony”. International Security, Vol 25, No. 1

[3] HAAS, Richard . “What to do with American Primacy” . Foreign Affairs. Sep/oct 1999 Vol.78 N.f (New York , Council on Foreign Relations )

[4] HAAS, Richard. “The Age of Non POlarity; What will follow U.S. Dominance?” Foreign Affairs, May/June 2008. Vol 87, Iss 3.

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