viernes, 23 de septiembre de 2011

La Fortuna y los Estados

Vuelvo a publicar uno de mis articulos favoritos. Nunca esta de mas curiosear un poco en la peculiar historia de algunas naciones. ¿Como se vincula la suerte con el progreso de un Estado?

A través del tiempo los fenómenos sociales y las mismas sociedades junto a las necesidades comerciales dieron lugar al proceso de formación de estados. La demarcación de fronteras como líneas en el mapa creó un sistema internacional complejo con más de 200 estados independientes en la actualidad. Desde el casamiento de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón en el siglo XV, pasando por Westfalia hasta la división de Yugoslavia en la década de los ‘90 estos países presenciaron grandes transformaciones sociales en las cuales tuvieron implicación directa o indirecta que los marcaron y les dan la identidad nacional que hoy los identifica.

Estas mismas realidades sociales, económicas, geográficas y diplomáticas son las que establecen que no haya dos estados iguales. De hecho muchas veces dentro de estos mismos estados existen varias naciones. Es así entonces que los países recorrieron y recorren caminos diferentes. Existe un factor de importancia en toda historia nacional en el cual poca influencia pueden llegar a tener los poderosos de cada nación soberana: la fortuna. Para definir esta podemos tomar la enunciación de Maquiavelo (Puede ser identificada con el azar y el destino con intenciones ocultas o límites a la realidad. De ahí que puede ser amiga o adversa).

El término suerte es bastante subjetivo (Hasta que punto el individuo contribuyó aumentando las probabilidades de que ocurriese el hecho en específico).

Un golpe de estado es causado por las intenciones de una persona o un grupo de interés, por eso no es un hecho fortuito. Pero desde el punto de vista de la masa de la población, donde el poder de influencia concreto en los acontecimientos políticos del país es escaso, un evento de esta índole puede ser percibido justamente como un hecho fortuito.

Del otro lado, un suceso natural (léase huracán, terremoto, inundación etc.) puede entenderse como invariable a la mano humana (Siendo el calentamiento global un tema aparte). Sin embargo las realidades sociales que viven los países que son víctimas de estos fenómenos en el momento del impacto, no lo son. Con todo, es evidente que existen zonas grises y discutibles.

En esta historia de la que hablábamos unas líneas más arriba, existieron y existen países con mejor o peor fortuna. Los estados con mejor ventura son por lo general estados cuyos logros son destacables. Pero por otro lado este otro grupo que comparte la mala fortuna no esta compuesto siempre por, como se pensaría, estados paupérrimos. Sin embargo no se puede negar que es la mejor fortuna la necesaria para la persistencia de un ente en el tiempo a largo plazo. Muchas veces está estrictamente vinculada al desarrollo de una economía y/o sociedad y las manifestaciones físicas e intelectuales de esta suelen quedar marcadas como punto de inflexión en los libros de historia.

Por eso, tomando como variables eventos sociales y naturales donde la fortuna está presente, es posible confeccionar un breve listado con algunos de los países más desafortunados del mundo.

Bolivia: Un país noqueado

Es posible hacer este paralelismo entre la política y el boxeo. Los “golpes de estado” fueron moneda recurrente en el siglo XX en América Latina. Reiterados y crueles golpearon a casi todos los países de la región (¿Costa Rica, buena fortuna?). Pero si hay un ganador, o mejor dicho perdedor, es Bolivia.

El Estado Plurinacional encabeza la lista con un mínimo de 23 golpes. Tenemos que decir mínimo por que es difícil dilucidar el numero real. Circula la teoría de los más de 200 golpes si incluimos la segunda mitad del siglo XIX. Pero este numero, como aclara el ex presidente boliviano Carlos Mesa en su libro “Presidentes de Bolivia, entre urnas y fusiles”, se debe a sublevaciones, motines, rebeliones y conspiraciones y por ende no es correcto. A todo esto afirma en su libro que su país ha tenido 37 gobiernos de facto mediante el traspaso del mando entre golpistas, siendo 23 la cantidad efectiva de golpes tal cual su definición. Otras fuentes difieren, hablando de cifras de dos dígitos en todos los casos.

Suena irónico el nombre de la capital política.

Haití: La isla maldita

En este caso el título no debería decir la isla sino “media isla”. A diferencia de su vecina República Dominicana, Haití, el primer país latinoamericano en declarar su independencia, en 1804, ha sufrido los embates del destino más que cualquier otro país de la región.

Una vez la perla del Caribe, hoy en día es un país en ruinas, un estado fallido según los libros de texto. Ya a principios del siglo XX con la invasión y posterior ocupación estadounidense (durante 20 años) se vislumbraba lo que el futuro le traería.

Haití es el país mas pobre del hemisferio, siendo sus condiciones de vidas similares y hasta peores a muchos países de la África subsahariana.

Siendo esto poco, desde 1994 el país sufrió una seguidilla de desastres naturales que terminaron por devastar la nación. El huracán “Gordon” (2.000 muertos), la tormenta tropical “Jeanne” ( 1.200 muertos, 1.300 desaparecidos, mas de 300.000 afectados), la tormenta tropical “Fay”, el huracán ”Gustav”, la tormenta tropical “Hanna” y el huracán ”Ike”, todos en el verano de 2008 causaron la muerte de 800 personas y la perdida de 8.000 millones de USD.

Ya bajo misión de estabilización de las Naciones Unidas en enero del 2010 un terremoto de magnitud 7.7 en la escala de Richter causó mas de 200.000 muertos, 2.5% de la población.

También sufrió seis golpes de estado.

Polonia: País desarmable

Un país milenario pero nuevo a la vez. Si bien su historia abarca más de mil años, como estado independiente solo existió la mitad de ese tiempo. Su apogeo fue tal vez durante el siglo XVI cuando formó junto a Lituania la Mancomunidad polaco-lituana, el estado más grande de Europa. Pero este fue decayendo con el crecimiento de sus vecinos, algo que se repetirá en los siguientes siglos.

El crecimiento del imperio ruso fue empujando las fronteras de la también llamada República de las dos naciones tierra adentro.

En el siglo XVIII, la ya debilitada republica gobernada por nobles, cae en la anarquía. Todos sus dirigentes quisieron una parte de Polonia, borrando en 1795 al estado del mapa (Proceso llamado las “Particiones de Polonia” entre 1772 y 1795).

Para inicios de la Primera Guerra Mundial tanto Alemania como el imperio Austro-Húngaro habían ocupado todo su territorio. Finalmente bajo control alemán, durante el resto de la guerra se barajó la posibilidad de reestablecer el estado polaco como ente político. Idea concretada unos años mas tarde.

Durante el período entreguerras, firma en 1932 un pacto de no agresión con la Unión Soviética y en 1934 con la Alemania nazi. El 1 de septiembre de 1939 tanto Alemania como la Unión Soviética invaden Polonia dividiéndosela entre ellos. El ejercito polaco intento defenderse de la invasión alemana, cargando con sable desenvainado contra los Panzer alemanes. La ocupación deja una cifra de 1.500.000 muertos, mas del 13% de su población. Polonia dejo de existir nuevamente.

Finalizada la Segunda Guerra, Stalin promete llamar a elecciones libres en la nueva Polonia. Hecho que nunca se concreta. En cambio, bajo presión del Ejército Rojo, se asocian a la Unión Soviética, pasando épocas de dura represión en todo su territorio.

También fue noticia en los últimos días, cuando el avión presidencial con el presidente a bordo, su esposa y parte de su gabinete a bordo se estrelló cuando viajaban a conmemorar una masacre perpetrada durante la Segunda Guerra Mundial contra su población.

Mención especial: Israel

Mas allá del conflicto milenario religoso que rodea al estado judio, mas alla de las posturas particulares y las opiniones. El hecho de que a las 24 horas de su proclamación de independencia le declaren la guerra e invadan 5 estados diferentes no es precisamente un golpe de suerte.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo esta mala fortuna puede afectar y marcar a los países. Existen regiones enteras como la África sub-sahariana o el sudeste asiático donde las condiciones de vida son infrahumanas y la explotación a lo largo de siglos no dejo mucho margen para el desarrollo y la humanidad. Esto sin duda también es culpa de esta mala fortuna y los intereses de ganancias de otros estados, que buscaban su buena fortuna por decisión propia.

domingo, 11 de septiembre de 2011

El futuro de la ultima dictadura de Europa

Alexander Lukaschenko también conocido como el último dictador de Europa podría quedar desempleado. Pero no por la reciente crisis financiera que tantos despidos generó. Las recientes afirmaciones del primer ministro ruso Vladimir Putin sobre la posibilidad de una anexión por parte de Rusia de la pequeña y económicamente debilitada vecina Bielorrusia nos dan un indicio.

Durante un campamento juvenil auspiciado por el mismo Kremlin, Putin afirmó que el retorno a la unidad vivida durante la época de la Unión Soviética es “posible, deseable y depende completamente de la voluntad del pueblo de Bielorrusia”. Cabe aclarar que al momento de redactar estas líneas ya existe una importante unión entre ambas naciones, pero es evidente el desbalance entre el poder de ambas. A esto le agregamos un aumento en la tensión a nivel gubernamental en los últimos años.

Luego de la disolución de la URSS, las repúblicas que conformaron la Unión se agruparon bajo la Comunidad de Estados Independientes (CIS por sus siglas en inglés), incluyendo a Bielorrusia. Pero su especial posición geográfica respecto a Rusia siempre fue un factor distintivo de las demás es repúblicas soviéticas. En 1995 se firmo el “Tratado de amistad, buena vecindad y cooperación” entre ambas naciones y el gobierno ruso afirmo la larga historia común entre ambos pueblos.

El proceso de unión avanzo hasta consolidarse con la unión entre la Federación Rusa y Bielorrusia en 1999. El progreso se estanco debido a retrasos por parte de Bielorrusia en la implementación de políticas monetarias.

Pero al llegar Putin al poder a inicios del nuevo milenio, expreso su disconformidad con el estado de la unión y propuso más bien una integración al estilo federación o una unión al estilo Unión Europea. Con esto se mantuvo el status quo y se dio el puntapié inicial a una serie de disputas políticas y económicas entre el gobierno de Lukashenko y Rusia.

Algunos ejemplos son la disputa del gas en el 2004 y tema del reconocimiento internacional Abkhazia y Ossetia del Sur en el 2009.

Lukaschenko acuso a Moscú de querer comprar el reconocimiento bielorruso a estas provincias en disputa. Meses más tarde el mismo jefe de estado afirmaría que su país es “un escudo humanos de 10 millones de personas para Rusia”. Esto comenzó a minar definitivamente la confianza mutua entre ambos gobiernos. El clímax de tensión se alcanzo cuando durante una entrevista Lukaschenko cuestionó la necesidad de las relaciones diplomáticas entre ambos países por disputas económicas.

Claro, para que avance esta unión o anexión por parte de Rusia de Bielorrusia es necesaria la aprobación del gobierno del país del este. Pero la tensa relación no es solo entre el partido de Lukaschenko (fuerte defensor de la soberanía nacional) y su vecino ruso, sino que el presidente bielorruso es seriamente cuestionado por su propio pueblo (que apoyaría en importantes cifras la anexión a Rusia como solución a la grave crisis económica y social que sufre y los vínculos históricos entre ambos pueblos).

Alexander Lukaschenko lleva 17 años continuos en el poder supremo de la ex república soviética. Sobrevivió cuatro elecciones y se mantendría en el poder hasta 2016 si es que no se vuelve a presentar en los comicios de dicho año. La última elección (en el 2010), en la cual se impuso ampliamente, fue acusada de fraudulenta por diversos veedores internacionales como la Unión Europea y las Naciones Unidas ( y eso que no mencionamos todos los partidos opositores). La situación social y económica del país es deplorable y existen fuertes acusaciones de violaciones a los derechos humanos.

El pueblo bielorruso entonces ve la unión definitiva como una salida a la autocracia de Lukaschenko y sus penurias económicas. Rusia por otra parte generaría con la anexión del pequeño estado de Europa del Este una importante demostración de fuerza, revirtiendo en cierta medida el aumento de la influencia de la OTAN en la zona y se haría acreedor de importantes sectores industriales vinculados al gas y al petróleo. Entre otras cosas podría profundizar aún más el control sobre gas- y oleoductos que abastecen a Europa occidental y esto representaría una importante herramienta de poder y negociación a nivel internacional. Rusia pretende volver lo que supo ser.

jueves, 8 de septiembre de 2011

La Argentina y el nacimiento de la ONU: Los primeros choques de la Guerra Fría

Enfocaremos en este breve artículo es el rol que jugó la nación Argentina en la fundación de las Naciones Unidas.

La denominación original “Naciones Unidas” proviene del nombre que se les dio a los países aliados durante la guerra. Ya con la victoria cerca, se llevaron a cabo una serie de cumbres entre los líderes para definir el panorama internacional de la posguerra. Argentina, como estado neutral, no fue invitada a casi ninguna de estas. El mismo documento adoptado en Yalta decía que había que excluir a la Argentina como miembro fundador de la organización (Recordemos la polémica posición de la Argentina durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial y la tensión que esto genero con los EE.UU y el bando Aliado).

La a nivel internacional aislada Argentina convocó el instrumento internacional más antiguo del continente, la Unión Panamericana, para quebrar este cerco. Pero EE.UU, en calidad de miembro, vetó esta maniobra y en cambio convocó a la Conferencia de Chapultepec, México (Acudiendo todo el continente menos la Argentina, excluida).

Esto resultó en una situación compleja como queda demostrado con la Cumbre de Washington, convocada por el canciller del Brasil, Leao Velloso. Esta tenía el expreso fin de incluir a la Argentina en el proceso fundacional de las Naciones Unidas que había tomado forma en Yalta y se materializaría en San Francisco. Se genero cierta ambigüedad entre las voluntades y las necesidades de los Estados americanos.

Muchos estados americanos desconfiaban de la Argentina de la misma manera que lo hacia EE.UU (Según publica la revista Life en marzo del ’45, Argentina contaba con alrededor de 200.000 hombres en armas y producía 30 bombarderos al mes)[1]. Pero por otra parte, la misma Argentina era la nación que concentraba el sentimiento “anti-yankee” del continente, por lo cual era una especie de imán político y no se lo podía aislar, más allá de toda ventaja comercial que puede significar ser socio comercial de un país mayor.

Por esta misma razón, el bloque latinoamericano buscó el ingreso de la Argentina a las conferencias de formación de las Naciones Unidas y su inclusión como miembro fundador. Algo con lo cual no estaban de acuerdo las principales potencias, especialmente la Unión Soviética. Por otra parte el Reino Unido buscaba su ingreso pero no bajo calidad de miembro fundador.

Esto nos lleva a otro nivel de choque. Las potencias ganadoras estaban buscando acomodarse de la mejor manera en el nuevo escenario mundial. Nos referimos a los Estados Unidos y a la Unión Soviética, ya que otros como el Reino Unido apenas podían sostenerse económicamente. Con el surgimiento del sucesor de la fracasada Sociedad de las Naciones estos buscaron acaparar el mayor poder posible.

La Unión Soviética pretendía ingresar como miembros independientes (pero de facto obedientes a Moscú) a todas las repúblicas soviéticas adheridas a la URSS. EE.UU respondió a esto sosteniendo que de ser así ellos querrían incorporar como miembros plenos a los 48 Estados que componían su nación (Muchos más que las 16 repúblicas soviéticas). Se llegó a un punto intermedio, donde se incorporarían Polonia, Ucrania y Bielorrusia.

La URSS planteaba que antes que un estado fascista como la Argentina debería ingresar Polonia (ocupada por el ejército rojo). Pero en la primera votación plenaria se votó a favor de la Argentina y en contra de Polonia. La Unión Soviética amenazó con retirarse y el Reino Unido dijo que nunca aceptaría a Polonia.

Finalmente quedaron en cuestión Ucrania y Bielorrusia. Pero con la aún ausente Argentina el bloque latinoamericano amenazó a la URSS con vetar el ingreso de sus dos repúblicas, ya que contaba con votos suficientes, si la URSS misma continuaba vetando el ingreso de la Argentina a la Organización.

Esto produjo el ingreso de los tres a las Naciones Unidas, pese a que muchos estimaban que ninguno de ellos lo haría.

En pocas palabras, la influencia argentina de la época y la necesidad de las demás naciones latinoamericanas de un imán para el sentimiento “anti-yankee”, generó un equilibrio en los inicios de la Guerra Fría, permitiendo la incorporación de dos repúblicas soviéticas a la organización y “colando” a la misma Argentina en un proceso del cual no debía quedar fuera por interés propio.



[1] Life Magazine, March 19 1945, USA