viernes, 28 de octubre de 2011

La política exterior de los diferentes gobiernos de Chávez

Este texto es un extracto de un trabajo que tuve que realizar para la facultad. El mismo trata sobre la actualidad venezolana, aquí dejo la parte de política exterior. Esta basado en un interesante articulo que encontré en la web de un profesor venezolano, Edmundo González Urrutia.[1]

Por razones de espacio nos centraremos en lo que fue y es la política exterior venezolana durante los periodos de gobierno de Hugo Chávez.

Pero antes de eso cabe aclarar que durante gran parte de la historia venezolana, la política exterior y la ideología reinante estuvo muy cerca de los intereses y las posiciones de los EE.UU, en parte por la fuerte influencia que el país del norte ejercía en la zona del Caribe.

Volviendo a los gobiernos chavistas, podemos dividir la política exterior en dos etapas marcadamente diferentes entre 1998 y la actualidad.

La primera etapa inicia con la llegada al poder y culmina a fines del año 2004.

Esta es considerada una etapa de consolidación y observación de la escena internacional del PSUV. Durante estos años, la posición exterior de Venezuela no discrepo demasiado con lo que venía siendo en los años anteriores.


La posición venezolana quedo definida en el lo que fue el “Plan de Desarrollo Económico y Social 2001-2007”, específicamente en el capitulo denominado “Equilibrio Internacional” , allí se afirmaba que la política exterior estaría orientada a “fortalecer la soberanía nacional y promover el mundo multipolar”. En el mismo documento se planteaba que las directrices de Venezuela serían las de impulsar la democratización de la sociedad internacional, promover la integración latinoamericana, reforzar la posición de Venezuela en la economía internacional, consolidar y ahondar la interacción entre los distintos procesos de integración, cimentar y diversificar las relaciones internacionales, y promover un nuevo régimen de seguridad integral hemisférica y una

Activa cooperación e integración militar en el ámbito regional.

Otros documentos oficiales definían la política exterior de Venezuela como: “orientada a la búsqueda de nuevos espacios en función de renovados valores políticos, sociales y éticos y a los esfuerzos desplegados para consolidar la integración latinoamericana y avanzar hacia la consecución de una sociedad internacional más democrática, justa y equitativa”.

La idea de justicia social y una visión humanística de las relaciones internacionales impregnaban la política exterior del país caribeño.

En términos de organismos internacionales, tanto regionales como internacionales las porturas fueron diversas.

Por un lado, Chávez debutó como presidente en las cumbres de los No-Alineados en Jamaica y en la de la OPEP en 1999 y en el año 2000 respectivamente. Esto sería una muestra de lo que sería la política exterior en su etapa más radical.


En relación a la OPEP, cabe destacar que la política energética siempre fue un factor de peso al momento de forjar las estrategias internacionales debido a la clásica industria petrolera de Venezuela.


A nivel regional nos encontramos con un discurso ambivalente respecto a la Comunidad Andina. Ya se dejaba traslucir las intenciones del presidente

venezolano de alejarse del organismo andino y acercarse al bloque más austral, el Mercosur. Varios técnicos estaban en contra de esta medida que tomaría forma en los años venideros.

La relación con los EE.UU merece una mención aparte. Tradicional socio comercial, se ve cada vez mas involucrado en la dialéctica del socialismo del siglo XXI, como la paría mundial, el causante de los males es el imperio yankee. La relación política se radicalizaría en la 2da etapa, cuando se comienzan a cancelar tratados bilaterales de índole militar y de asistencia económica. Los tratados comerciales seguirían en pie.

En resumen de cuentas, la posición y el discurso político de la Cancillería de Venezuela durante el fin de la primera etapa (2003/2004) todavía se movía en el marco de una diplomacia preparada a propiciar

el diálogo y realizar llamados a la búsqueda de soluciones sin confrontaciones ni antagonismos alterados, mientras que, dentro del oficialismo, los sectores más radicales emitían señales de querer lo contrario.

La segunda etapa de la política exterior chavista se dio por iniciada luego de un taller de alto llevado a cabo en noviembre del 2004, que fue dirigido por el mismo Hugo Chávez.

Las inestabilidades políticas que sufrió el régimen en los últimos dos años fue el disparador de este cambio de proyección política. Específicamente la salida que le encontró Chávez. Se había llamado a un referéndum revocatorio respecto al gobierno de Chávez, este logro dilatar la ejecución mientras lograba mediante planes sociales ganar la mayoría de los votos. Durante gran parte de la disputa, el margen fue estrecho.

Cambios en el escenario mundial incentivaron esta reorientación. El cambio de gobierno en España, donde la salida de un aliado de George W. Bush permitió la llegada al poder de un socialista y el fortalecimiento de la Unión Europea y el Euro comenzaron a generar un deterioro en la posición estadounidense. A la vez, los cambios de gobierno en América del sur colaboraron, al inclinarse varios hacía la izquierda. En reiteradas oportunidades Chávez se refirió al “eje” Caracas- Brasilia-Buenos Aires por un lado, y por el otro al “dominado por el pentágono”: Bogotá-Lima-Quito-Santiago. La política exterior venezolana buscaba quebrar este último.

Un paso importante en el cambio de la política exterior de Venezuela fueron los vínculos con países con los cuales anteriormente no se tenía una relación cercana: China, Rusia e Irán entre otros. Esto sumo a la ya polémica posición internacional venezolana.

También se ahondaron lazos con varias naciones africanas y asiáticas como Libia y Vietnam.

La posición sobre EE.UU se radicalizaba cada vez mas. Se estimó que continuará con su política «intervencionista y agresora», pero se aseguraba que: «No se doblegarían y utilizarían todas las estrategias».

En esta segunda etapa, las políticas internas revolucionarias comienzan a dominar la política exterior. Se habla de que la revolución bolivariana que ya desborda las fronteras y se convierte en un proceso mundial, es capaz de reforzar este nuevo sistema multipolar de naciones.

“Para alcanzar este objetivo, Chávez planteó la necesidad de articular redes de apoyo a la Revolución Bolivariana e impulsar la organización de grupos y actores sociales que compartan sus ideales y que estén dispuestos a llevar adelante el nuevo modelo político.”

En esta segunda etapa, la relación con los organismos regionales nuevamente se modifica. Se impulsa y apoya la creación de nuevos organismos regionales de índole latinoamericana y se le intenta dar improntas de izquierda. Ejemplo de esto es la Unión de Naciones Sudamericanas y el ALBA.

Este ultimo surgió como contrapropuesta al ALCA (Área de Libre comercio de las Américas) de EE.UU. Actualmente son miembros Bolivia, Nicaragua, Cuba entre algunos otros.

Respecto a la CAN, se formaliza la salida de Venezuela. La razones que esboza el politólogo venezolano Nicmar Evans son que "la salida de Venezuela de la CAN era necesaria, por el giro que que dieron los países miembros Colombia y Perú (...) a partir de ahora Venezuela está obligada a generar una integración integral y no parcializada con los países de la región en igualdad de condiciones”.

Paralelamente se inician las gestiones para ingresar al Mercosur. Como miembros plenos Brasil, Uruguay y Argentina ya aprobaron el ingreso del país caribeño al organismo, mientras que aún resta la aprobación del congreso paraguayo para que se complete el proceso de aceptación.

La confrontación con líderes políticos de otros países ha sido una constante (Vicente Fox, George Bush y Álvaro Uribe).

Sobre todo con su par colombiano se mantenía, hasta su salida en el 2010, un enfrentamiento directo que trajo fuertes cruces entre ambos países. Más que nada lo relacionado al hipotético vínculo con las FARC amenazo con quebrar la paz regional y genero varias retiradas de embajadores.

En el ámbito de la seguridad internacional, los vínculos anteriormente mencionados con China, Rusia e Irán trajeron con si una serie de contratos y acuerdos militares. Venezuela comenzó un proceso de renovación y ampliación de sus Fuerzas Armadas, lo que muchas acusaron como el inicio de una posible carrera armamentista en el continente.

Como punto final de este apartado hay que aclarar que el gran margen de maniobrabilidad y recursos con los que cuenta el gobierno actual de Venezuela se debe a las políticas energéticas, sobre todo lo que tiene que ver con la exportación de petróleo a su principal socio comercial y objetivo de la críticas políticas: Estados Unidos de América.


[1] GONZALEZ URRUTIA, Edmundo. “Las dos etapas de la política exterior de Chávez” Íconos, revista de ciencias sociales.


lunes, 24 de octubre de 2011

Historia Argentina: La Década Infame

Primera parte de una serie de cortos articulos sobre diferentes pasajes de la historia argentina reciente. Comenzamos con el periodo 1930-1943, tambíen conocido como la década infame.

El 6 de septiembre de 1930 se da por primera vez en la historia un golpe de estado en la República Argentina, dando por finalizado así uno de los periodos más largos de gobiernos “democráticos” sucesivos en la historia del país. El hasta entonces presidente y líder de la Union Civica Radical Hipolito Yrigoyen fue depuesto y luego encarcelado por el autor material del golpe, José Feliz Uriburu.

Las razones que llevaron al militar a realizar el golpe fueron varias. Entre las principales se puede mencionar la inestabilidad económica y social que había generado la crisis del ’29, las reformar sociales llevadas adelante por el gobierno de Yrigoyen y sobre todo las políticas paternalistas del líder radical.

Uriburu en el otro extremo era partidario retornar al régimen de gobierno conservador, previo a la sanción de la Ley Sáenz Peña. Logró disolver el Congreso, para luego declarar el estado de sitio, e intervenir todas las provincias y, anhelando siempre la imitación de modelos de gobierno fascistas.

El inicio del fin de su efímero tiempo en el poder fue el asunto de las elecciones bonaerenses en 1931. Seguro de una victoria en las urnas, sin amenaza alguna de la UCR, Uriburu permitió las elecciones. Peor contra todo pronóstico oficial, la Unión Cívica radical es impuso. El gobierno de facto no podía permitir que la ahora oposición llegue al poder en la provincia de Buenos Aires, por lo que anula los resultados.

Esto dejo en claro la necesidad de crear una fuerza “legitima” para ostentar el poder, es decir, llegar al sillón de Rivadavia por vía de las urnas. Pero claro, dejando de lado algunos temas sobre trasparencia.

A mediados de 1931 se conformo la denominada Concordancia, una alianza política destinada a ocupar los principales puestos gubernamentales. Esta estaba integrada por una serie de partidos de la época, incluyendo al Partido Demócrata Nacional, a la Unión Cívica radical Antipersonalista (Contraria al ala Yrigoyenista) y el Partido Socialista Independiente.

Su estandarte político era el liberalismo conservador. Y sus candidatos para las elecciones de noviembre 1931, Agustín P. Justo y Julio Roca (h).

Esta alianza política se oponía frontalmente a la Ley Sáenz Peña de 1912 y si bien no la anulo, la desestimo completamente. Se dio inicio al denominado “fraude patriótico”.

Mediante estas medidas ilícitas, Justo y Roca llegaron al poder en 1932 y obtuvieron otras victorias electorales fraudulentas en los años venideros.

El cambio en las políticas del gobierno fue drástico. En lo económico la intervención gubernamental se hizo más marcada, creándose la Junta Nacional de Granos y la de Carnes junto a otras medidas. Se buscaba mantener el nivel de exportaciones de materia prima (modelo agroexportador) pese a la crisis económica mundial que había generado la caída generalizada de los precios. Esto dio como consecuencia el símbolo del despilfarro y la corrupción de la década: el Pacto Roca-Runciman. Un tratado bilateral entre la Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña.

Por el mismo “se permitía” a nuestro país enviar al mercado inglés una cantidad de su mejor producción de carne enfriada, libre de impuestos, y a cambio la Argentina aseguraba, en condiciones de claro privilegio, la importación de carbón de origen británico para abastecer a las locomotoras a vapor, también de ese origen, y de una serie de productos manufacturados también en el Reino Unido. Se eliminaron medidas proteccionistas contra las importaciones inglesas. Paralelamente, el gobierno argentino se comprometía a alentar la inserción de las empresas del Reino Unido en el terreno de las obras públicas.

La figura de Justo dominaría la escena política en forma automática durante estos años.

En el ámbito político se retrocedió en el tiempo. La persecución contra opositores políticos fue marcada y el principal sector, la UCR, volvió a las políticas abstencionistas (el ala yrigoyenista). En 1933 muere Hipólito Yrigoyen. Marcelo T. Alvear toma la posta y la tarea de reunificar más adelante el partido.

Alvear representaría en los años venideros el principal obstáculo a la continuación de la Concordancia en el poder. Con su vuelta del exilio en 1935 y su levantamiento de la política de abstención del radicalismo obligó al régimen gobernante a volver a recurrir al fraude electoral. La Concordancia le opuso en las elecciones de 1938 la candidatura del radical antipersonalista Roberto M. Ortiz y el conservado Ramón Castillo. Gracias a estos instrumentos ilegítimos, el sector oficialista se vuelve a imponer.

Al breve tiempo fallece Ortiz y en 1940 el vicepresidente Castillo toma el cargo oficialmente. Sus principales acciones se basan en la declaración de la neutralidad argentina frente al conflicto bélico global. Impulsa la marina mercante nacional, que en su estatus de neutral podía navegar relativamente libre por los mares a diferencia de otras banderas. A grandes rasgos siguió las directrices generales de la Concordancia, agregándole tintes nacionalistas.

En vistas de las elecciones próximas, en 1943, Ramón Castillo había iniciado un nuevo proceso de fraude para mantener a la Concordancia en el poder. Los candidatos eran Patrón Costas como presidente e Iriondo como vice.

Los grandes atentados a la constitución y el fraude sistemático habían generado duras críticas dentro de varios sectores, incluyendo el castrense. Es de allí que surge el GOU (Grupo de Oficiales Unidos) y con el general Rawson al mando, en 1943 se depone a Castillo del poder y se da por finalizada la década infame.