jueves, 8 de septiembre de 2011

La Argentina y el nacimiento de la ONU: Los primeros choques de la Guerra Fría

Enfocaremos en este breve artículo es el rol que jugó la nación Argentina en la fundación de las Naciones Unidas.

La denominación original “Naciones Unidas” proviene del nombre que se les dio a los países aliados durante la guerra. Ya con la victoria cerca, se llevaron a cabo una serie de cumbres entre los líderes para definir el panorama internacional de la posguerra. Argentina, como estado neutral, no fue invitada a casi ninguna de estas. El mismo documento adoptado en Yalta decía que había que excluir a la Argentina como miembro fundador de la organización (Recordemos la polémica posición de la Argentina durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial y la tensión que esto genero con los EE.UU y el bando Aliado).

La a nivel internacional aislada Argentina convocó el instrumento internacional más antiguo del continente, la Unión Panamericana, para quebrar este cerco. Pero EE.UU, en calidad de miembro, vetó esta maniobra y en cambio convocó a la Conferencia de Chapultepec, México (Acudiendo todo el continente menos la Argentina, excluida).

Esto resultó en una situación compleja como queda demostrado con la Cumbre de Washington, convocada por el canciller del Brasil, Leao Velloso. Esta tenía el expreso fin de incluir a la Argentina en el proceso fundacional de las Naciones Unidas que había tomado forma en Yalta y se materializaría en San Francisco. Se genero cierta ambigüedad entre las voluntades y las necesidades de los Estados americanos.

Muchos estados americanos desconfiaban de la Argentina de la misma manera que lo hacia EE.UU (Según publica la revista Life en marzo del ’45, Argentina contaba con alrededor de 200.000 hombres en armas y producía 30 bombarderos al mes)[1]. Pero por otra parte, la misma Argentina era la nación que concentraba el sentimiento “anti-yankee” del continente, por lo cual era una especie de imán político y no se lo podía aislar, más allá de toda ventaja comercial que puede significar ser socio comercial de un país mayor.

Por esta misma razón, el bloque latinoamericano buscó el ingreso de la Argentina a las conferencias de formación de las Naciones Unidas y su inclusión como miembro fundador. Algo con lo cual no estaban de acuerdo las principales potencias, especialmente la Unión Soviética. Por otra parte el Reino Unido buscaba su ingreso pero no bajo calidad de miembro fundador.

Esto nos lleva a otro nivel de choque. Las potencias ganadoras estaban buscando acomodarse de la mejor manera en el nuevo escenario mundial. Nos referimos a los Estados Unidos y a la Unión Soviética, ya que otros como el Reino Unido apenas podían sostenerse económicamente. Con el surgimiento del sucesor de la fracasada Sociedad de las Naciones estos buscaron acaparar el mayor poder posible.

La Unión Soviética pretendía ingresar como miembros independientes (pero de facto obedientes a Moscú) a todas las repúblicas soviéticas adheridas a la URSS. EE.UU respondió a esto sosteniendo que de ser así ellos querrían incorporar como miembros plenos a los 48 Estados que componían su nación (Muchos más que las 16 repúblicas soviéticas). Se llegó a un punto intermedio, donde se incorporarían Polonia, Ucrania y Bielorrusia.

La URSS planteaba que antes que un estado fascista como la Argentina debería ingresar Polonia (ocupada por el ejército rojo). Pero en la primera votación plenaria se votó a favor de la Argentina y en contra de Polonia. La Unión Soviética amenazó con retirarse y el Reino Unido dijo que nunca aceptaría a Polonia.

Finalmente quedaron en cuestión Ucrania y Bielorrusia. Pero con la aún ausente Argentina el bloque latinoamericano amenazó a la URSS con vetar el ingreso de sus dos repúblicas, ya que contaba con votos suficientes, si la URSS misma continuaba vetando el ingreso de la Argentina a la Organización.

Esto produjo el ingreso de los tres a las Naciones Unidas, pese a que muchos estimaban que ninguno de ellos lo haría.

En pocas palabras, la influencia argentina de la época y la necesidad de las demás naciones latinoamericanas de un imán para el sentimiento “anti-yankee”, generó un equilibrio en los inicios de la Guerra Fría, permitiendo la incorporación de dos repúblicas soviéticas a la organización y “colando” a la misma Argentina en un proceso del cual no debía quedar fuera por interés propio.



[1] Life Magazine, March 19 1945, USA

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