lunes, 24 de octubre de 2011

Historia Argentina: La Década Infame

Primera parte de una serie de cortos articulos sobre diferentes pasajes de la historia argentina reciente. Comenzamos con el periodo 1930-1943, tambíen conocido como la década infame.

El 6 de septiembre de 1930 se da por primera vez en la historia un golpe de estado en la República Argentina, dando por finalizado así uno de los periodos más largos de gobiernos “democráticos” sucesivos en la historia del país. El hasta entonces presidente y líder de la Union Civica Radical Hipolito Yrigoyen fue depuesto y luego encarcelado por el autor material del golpe, José Feliz Uriburu.

Las razones que llevaron al militar a realizar el golpe fueron varias. Entre las principales se puede mencionar la inestabilidad económica y social que había generado la crisis del ’29, las reformar sociales llevadas adelante por el gobierno de Yrigoyen y sobre todo las políticas paternalistas del líder radical.

Uriburu en el otro extremo era partidario retornar al régimen de gobierno conservador, previo a la sanción de la Ley Sáenz Peña. Logró disolver el Congreso, para luego declarar el estado de sitio, e intervenir todas las provincias y, anhelando siempre la imitación de modelos de gobierno fascistas.

El inicio del fin de su efímero tiempo en el poder fue el asunto de las elecciones bonaerenses en 1931. Seguro de una victoria en las urnas, sin amenaza alguna de la UCR, Uriburu permitió las elecciones. Peor contra todo pronóstico oficial, la Unión Cívica radical es impuso. El gobierno de facto no podía permitir que la ahora oposición llegue al poder en la provincia de Buenos Aires, por lo que anula los resultados.

Esto dejo en claro la necesidad de crear una fuerza “legitima” para ostentar el poder, es decir, llegar al sillón de Rivadavia por vía de las urnas. Pero claro, dejando de lado algunos temas sobre trasparencia.

A mediados de 1931 se conformo la denominada Concordancia, una alianza política destinada a ocupar los principales puestos gubernamentales. Esta estaba integrada por una serie de partidos de la época, incluyendo al Partido Demócrata Nacional, a la Unión Cívica radical Antipersonalista (Contraria al ala Yrigoyenista) y el Partido Socialista Independiente.

Su estandarte político era el liberalismo conservador. Y sus candidatos para las elecciones de noviembre 1931, Agustín P. Justo y Julio Roca (h).

Esta alianza política se oponía frontalmente a la Ley Sáenz Peña de 1912 y si bien no la anulo, la desestimo completamente. Se dio inicio al denominado “fraude patriótico”.

Mediante estas medidas ilícitas, Justo y Roca llegaron al poder en 1932 y obtuvieron otras victorias electorales fraudulentas en los años venideros.

El cambio en las políticas del gobierno fue drástico. En lo económico la intervención gubernamental se hizo más marcada, creándose la Junta Nacional de Granos y la de Carnes junto a otras medidas. Se buscaba mantener el nivel de exportaciones de materia prima (modelo agroexportador) pese a la crisis económica mundial que había generado la caída generalizada de los precios. Esto dio como consecuencia el símbolo del despilfarro y la corrupción de la década: el Pacto Roca-Runciman. Un tratado bilateral entre la Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña.

Por el mismo “se permitía” a nuestro país enviar al mercado inglés una cantidad de su mejor producción de carne enfriada, libre de impuestos, y a cambio la Argentina aseguraba, en condiciones de claro privilegio, la importación de carbón de origen británico para abastecer a las locomotoras a vapor, también de ese origen, y de una serie de productos manufacturados también en el Reino Unido. Se eliminaron medidas proteccionistas contra las importaciones inglesas. Paralelamente, el gobierno argentino se comprometía a alentar la inserción de las empresas del Reino Unido en el terreno de las obras públicas.

La figura de Justo dominaría la escena política en forma automática durante estos años.

En el ámbito político se retrocedió en el tiempo. La persecución contra opositores políticos fue marcada y el principal sector, la UCR, volvió a las políticas abstencionistas (el ala yrigoyenista). En 1933 muere Hipólito Yrigoyen. Marcelo T. Alvear toma la posta y la tarea de reunificar más adelante el partido.

Alvear representaría en los años venideros el principal obstáculo a la continuación de la Concordancia en el poder. Con su vuelta del exilio en 1935 y su levantamiento de la política de abstención del radicalismo obligó al régimen gobernante a volver a recurrir al fraude electoral. La Concordancia le opuso en las elecciones de 1938 la candidatura del radical antipersonalista Roberto M. Ortiz y el conservado Ramón Castillo. Gracias a estos instrumentos ilegítimos, el sector oficialista se vuelve a imponer.

Al breve tiempo fallece Ortiz y en 1940 el vicepresidente Castillo toma el cargo oficialmente. Sus principales acciones se basan en la declaración de la neutralidad argentina frente al conflicto bélico global. Impulsa la marina mercante nacional, que en su estatus de neutral podía navegar relativamente libre por los mares a diferencia de otras banderas. A grandes rasgos siguió las directrices generales de la Concordancia, agregándole tintes nacionalistas.

En vistas de las elecciones próximas, en 1943, Ramón Castillo había iniciado un nuevo proceso de fraude para mantener a la Concordancia en el poder. Los candidatos eran Patrón Costas como presidente e Iriondo como vice.

Los grandes atentados a la constitución y el fraude sistemático habían generado duras críticas dentro de varios sectores, incluyendo el castrense. Es de allí que surge el GOU (Grupo de Oficiales Unidos) y con el general Rawson al mando, en 1943 se depone a Castillo del poder y se da por finalizada la década infame.

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